Las coordenadas del movimiento de la tierra se transmiten a las estructuras en forma de ondas sísmicas durante un terremoto, lo que hace que la estructura se cargue y cause muchos daños a la estructura. Los principales tipos de cargas sísmicas que puede sufrir un edificio son:
Cargas Sísmicas Horizontales: Estas cargas se aplican a la estructura en la dirección horizontal y son causadas principalmente por la rotación o desplazamiento del suelo en la dirección horizontal durante el sismo.
Cargas Sísmicas Verticales: Estas cargas se aplican a la estructura en dirección vertical y se deben principalmente a la medición de ondas sísmicas en dirección vertical durante el sismo.
Cargas de falla sísmica: estas cargas son causadas por la ruptura de los componentes estructurales y pueden reducir la capacidad de la estructura para soportar la carga sísmica.
Cargas sísmicas impulsivas: Estas cargas son causadas por choques fuertes y repentinos en la estructura y pueden causar daños y perjuicios severos a la estructura.
Cargas sísmicas de estabilidad: estas cargas surgen como consecuencia de la falta de estabilidad de la estructura y de la reducción de su resistencia frente a las cargas sísmicas y pueden causar daños y perjuicios severos a la estructura.
En general, en el diseño de estructuras de edificios, todas estas cargas deben tenerse en cuenta para que la estructura pueda resistir los temblores de un terremoto. Además, en la selección de los materiales y métodos de construcción, se deben tener en cuenta estas cargas y se deben elegir los métodos apropiados para la resistencia de la estructura contra los terremotos. Además, en el diseño de la estructura del edificio, se deben considerar las limitaciones del terreno y realizar los cálculos y análisis necesarios para determinar la respuesta de la estructura a los sismos. Finalmente, la creación de un plan ejecutivo adecuado y la implementación precisa y controlada del plan son de gran importancia para aumentar la resistencia de la estructura contra cargas sísmicas.